15/2/09

La Rebelion de Nuestros Instintos













Todo tu delgado cuerpo vigila el escenario,
ves velas, saumerios ¿Sera el teatro de los mimos?
te preguntas con anhelo, mientras yo respondo
a tu sueño: ¡es el templo divino
es la cuna de nuestros osados reyes,
es la rebelión de los instintos!

Allí nosotros anidados,
encontramos el arco iris,
de tus labios y mis brazos
de mis caricias y tus ritos.


Allí vos sos mía, ahí yo soy tuyo
y en un delirio de antojos,
nos desnudan los ojos a los placeres mundanos

Como fervorosos esclavos de nuestra devoción,
entramos a la sesión de la hegemonía reinante,
del calor incesante de los laureles de tu arte
que en mi carne se hacen un solo brío.
Entre filósofas fragancias descubro tus oídos,
tesoro que ocultas con tus guardianes risos.
Entonces en lenguas comienzas a hablar
mientras hundido sin agua en tu mar navego sin cesar.

Envenenada mi sangre de hormonales suspiros
siguen al galope de tus latido, siguen los ecos de tu lívido,
que como campanas errantes anuncian al distante
la cúspide de tu carnal y tierno escalofrío.

De afrodita vestida estas hasta las mejillas
mientras por mi banal cascada
navega un pirata sin barca y sin grito,
que lleva en popa el estandarte de un héroe
que tras tus ojos, tus beso, y caricias
se lleno de placeres y de viciosos mimos.

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