Hundido en
las lloviznas profundas de mí ser
Cuando ya no
quedaba nada… nada más
Como retoño
de primavera apareciste
Separaste la
tierra para poder ver el cielo
Prisionero
de mis temores, cautivo de dolores
Sucumbido en
las tumbas de la gloria
De mi
sepulcro con tu mano me sacaste
Con tus
abrazos cobijaste el frio de mi alma
Con un
soplido de vida llenaste mi corazón
Supe que ya
no estaba solo en las noches
Que tenía tus
mensajes, del otro lado estaba vos.
Que tus
palabras narraban otra historia, una novela de amor
Supuse
inciertamente que solo serías un llamado de atención
Pero entraste
en mi mente pisando fuerte, con garras de pasión
con caricias
marcaste mis suspiros, con besos mi aliento calmaste
no hizo falta
que dijeras nada, tus gestos cariñosos hicieron de lenguaje
Abriste mis
ojos para poder ver el esplendor del sol
Así mi vista
nublada comenzó a enamorarse de vos
Así mis oídos
escucharon en vez de llanto sonrisas de ilusión
Empecé a
olvidar pesares y dejarme guiar con fe por dios
Tomaste las
llaves y te adueñaste de mi espíritu
Tomaste el
calor y con ese manto me cubriste
Tomaste
nuestros nombres y los uniste en un corazón
Tomaste un
sentimiento y lo hiciste amor.
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