En la tormenta
de mi vida
las centellas
de felicidad que me dan tus pupilas
hacen que el
augurio del ser querido
el extrañar
del amado sea mas tenue.
Pero los vendavales
de la jornada,
no dejan que
descanse mi alma
Aunque por
momentos aparecen tus truenos de alegría
Que llenan
mis oídos de gozo
Hay tornados
de furia desafían mi temple
Y fuerte vientos
de drama me sacuden
Pero ahí están
tus Relámpagos de cariño para alimentar mi vista,
Para hacer
que el paisaje de metódico pase a ser mágico.
Y como
Tsunamis tenemos encuentros sin encuentros
Que nos alejan,
nos separan a kilómetros de distancia
Pero son
esos Rayos intensos de ternura
Que electrocutan mi corazón, que electrocutan mi alma... con tu amor.
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