26/1/09

El Diario de un Duelo











En la proa de un barco de ilusiones atestado
Arribo entre repasos y mares de párpados.
Repentino pasaje, me lo han obsequiado
los embates de la existencia, el ajedrez del chasco.

¿Viviré sin vida o moriré llorando?
Recuerdo trágico, psicosomático
¿Entenderé la muerte o sufriré traumado?
Azar rabioso, desesperanzado

Estridente enroque de Grumete por Almirante
en los pasillo sombríos de un duelo infante.
Abordo abrupto, memoria errante
que no olvida “el fastidio” de reputarse culpable.

¿Arrinconaré el espacio o seguiré helado?
Entumecimiento drástico, penetrado
¿Violentare agredido o ansiare el descanso?
Sensación astuta, de alucinado

Ultima movida: ¡Jaque Mate!, timón en mando
Aceptación, latitud y longitud a 30 grados.
Esperanza siento al seguir humano
tras cruzar el odiseo océano, de lapidas plagado .

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