13/2/09

La morada del hombre sin voz











Hombre sabio de palabras pocas
educador cariñoso en el ejemplo, en el silencio
Trabajador incansable de muertas horas
creyente fiel de moral pura

Nacido en una morada humilde,
criado con amor y diálogos breves
estudioso y valiente al enfrentar la vida
que de adolecente ya comenzó a golpearte.

Fuiste tú el que la respiración me diste
él que en las noches frías compartió su hogar
aquel macho que sin descanso custodió su cría
y que tu experiencia de padre para mi dejaste

No olvidaré nunca aquellos barriletes
que con dedicación profesional adornaron mi niñez
Tampoco aquellos efímeros momentos
en que de motos y anécdotas hablamos al pasar

Tu sencillo linaje en tu vida fue bandera izada
y el himno humano te acompañó hasta el último suspiro,
me acuerdo bien de tus tantos gestos solidarios
para compartir lo poco con los que aún tienen menos.

Así dejaste tus pasos marcados
y me enseñaste un camino en este tránsito,
distingo el bien de la hipocrecia gracias a la familia
que con sacrificio formaste junto a ella, mi madre.

Hoy solo puedo dolor sentir
¿porque descansa tanto y yo aun sigo aquí?
pero así también quiero que sepas
que fortalezas no me han faltado, para ser tu hijo.

Por momentos tan solo te extraño
al ver objetos, fotos, cosas de mi pasado
y de repente los escalofríos irrumpen
¡Porque ya no estás...! ¿Porque ya partiste?

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